LOS MEJORES PAISAJES DE EUROPA PARA
PASARLOS EN FAMILIA
Dettifoss:
La fuerza del deshielo
Un
ensordecedor rugido da la bienvenida a las cataratas más caudalosas del viejo
continente. Un impresionante caudal que abarca cien metros de ancho y desciende
desde una altura de cuarenta y cuatro metros. Un asombroso espectáculo natural
dominado por la fuerza y la vehemencia de las aguas descendiendo hacia un
abismo cercado entre los imponentes muros de roca del cañón Jökulsárgljúfur. Un
paisaje donde las gargantas, simas y cañones han sido esculpidas por las
impetuosas aguas del deshielo a través de estas cambiantes tierras que
conforman una de las zonas con mayor actividad volcánica de Islandia. Un lugar
sobrecogedor donde se rodó la escena inicial de la película Prometheus, donde
contemplar al enfurecido Dettifoss durante las épocas estivales abriéndose
camino entre los gigantescos muros de roca basáltica.
Las
Gargantas del Verdón
Las
Gargantas del verdón se ubican en el sureste de Francia, en la Provenza, cerca
de la Costa Azul, considerados como uno de los cañones más bellos del mundo. Un
extenso desfiladero de veinticinco kilómetros de longitud tallado por las aguas
del río verdón en la roca caliza. Un río que inicia su andadura en los Alpes, a
una altitud de dos mil quinientos metros sobre el mar, labrando sin descanso
estas gargantas desde hace milenios.
Desde el valle
geotérmico de Landmannalaugar,
situado al sur del volcán Hekla, hasta el verde valle de Thórsmörk, se extiende
una espectacular ruta de trekking a través de la naturaleza de Islandia. Una
senda que atraviesa la tercera zona geotérmica más grande del mundo. Un
recorrido a través de cincuenta y tres kilómetros y una gran variedad de
paisajes, desde montañas multicolores de riolita a negros desiertos volcánicos.
Un entorno en constante cambio, forjado por el hielo de los glaciares y el
fuego de los volcanes, que pone de manifiesto la belleza natural de uno de los
paisajes más jóvenes, insólitos y extraordinarios de nuestro planeta. Un
peregrinaje de cuatro días a través de la naturaleza que finaliza en la célebre
catarata de Skógafoss, que desciende sesenta metros desde lo alto de un
acantilado.
El parque nacional de los Lagos de Plitvice se ubica en la región de Lika, en la zona montañosa del centro de Croacia, constituyendo el parque nacional más antiguo en el sudeste de Europa y el más grande de Croacia. Tras siglos de formación geológica, las presas naturales de Plitvice han dado forma a dieciséis lagos a diferente altitud, comunicados entre sí por casi un centenar de imponentes cascadas y cataratas que acompañan a una densa masa forestal caracterizada por su vegetación principalmente mediterránea y subalpina. Un marco de belleza inverosímil al que se suma el canto de más de cien especies de aves que habitan en la zona conformando un auténtico edén para los sentidos.
El monte Matterhorn, también conocido como monte Cervino, está
considerado como una de las tres montañas más bellas del mundo, junto con el K2
en el Himalaya y el Alpamayo en los Andes. Ubicada en la frontera entre Suiza e
Italia, el monte integra uno de los picos más altos de la cordillera de los
Alpes, alcanzando los 4.478 metros de altitud, siendo posiblemente la montaña
más conocida de la cadena montañosa por su espectacular forma de pirámide, con
sus cuatro caras apuntando a los cuatro puntos cardinales. El Matterhorn fue la
última de las montañas principales de los Alpes en ser escalada, pues además de
su evidente dificultad técnica, ya que no cuenta con ningún punto débil,
inspiró una leyenda negra entre los alpinistas del siglo XIX. Una imponente cumbre
cuya belleza se ve acentuada por el majestuoso entorno que lo arropa. Un
paisaje de níveos valles, escarpadas laderas, bosques, lagos y glaciares que
constituyen un auténtico paraíso alpino y un desafío para los escaladores,
conformando un ascenso complejo, comprometido y extenuante a una de las cumbres
más bellas de nuestro planeta.
Los acantilados de Dover: Las murallas blancas de
Gran Bretaña
Los gigantescos acantilados de Dover han custodiado la entrada a
Inglaterra durante siglos, conformando colosales muros naturales que se alzan
más de cien metros sobre el mar, guareciendo las costas británicas frente al
estrecho de Dover y Francia. Un auténtico baluarte defensivo en el Canal de la
Mancha que puede ser avistado desde las costas francesas en los días
despejados. Además de su gran tamaño y verticalidad, los acantilados de Dover
se caracterizan por su brillante color blanco, pues están compuestos por caliza
de Creta, una roca de origen orgánico que se emplea en la elaboración de la
tiza. Sus blancas fachadas se encuentran tiznadas por vetas de pedernal negro,
acentuando la belleza de uno de los símbolos británicos por excelencia.
Trabajo realizado por DIEGO